Muchas personas hablan de la importancia del
pensamiento positivo, pero a veces, en el día a día, y con el ajetreo típico se
nos hace difícil conducir nuestra atención en las cosas positivas y acabamos centrándonos
mucho más en lo negativo. Hoy os propongo una tarea muy sencilla, que podéis
hacer hacia el final del día, cuando el ritmo es más pausado y que no os
llevará mucho tiempo. Si la practicáis con constancia, facilitará mucho que
poco a poco vuestro pensamiento sea cada vez más positivo y os podáis sentir
más satisfechos, felices y agradecidos con la vida.
Esta es una tarea de Luc Isebaert extraída del libro 200
tareas en Terapia Breve de Mark Beyebach y Marga Herrero. Consiste en
contestarse a uno mismo cada día, antes de dormir, estas tres preguntas:
1.- ¿Qué pequeña cosa
he hecho hoy de la que estoy satisfecho?
2.- ¿Qué pequeña cosa
ha hecho hoy alguien conmigo/por mí de la que estoy satisfecho o agradecido?
¿De qué forma mi respuesta ante eso hace más probable que se repita en el
futuro?
3.- ¿Qué otra pequeña
cosa he hecho hoy de la que estoy satisfecho?
No se trata de decir grandes cosas, es suficiente con
detectar pequeños momentos de satisfacción durante el día. Por el efecto
que esto tiene sobre nuestro estado de ánimo, vale la pena que durante algunos días hagáis la prueba.
Con esta técnica conseguiremos focalizar nuestra atención
en las cosas positivas que nos han pasado durante el día y esto se verá
reflejado en cómo nos sentimos. Además, nos daremos cuenta de qué cosas son las que facilitan que se repita esta sensación de satisfacción vital.
Anaïs Cerrillo.
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